Mitos sobre la fiebre en los niños

 

La fiebre es un motivo de consulta muy frecuente por el que los padres acuden al pediatra. En ocasiones se acompaña de otros síntomas como mocos, tos y diarrea y en otras, simplemente, el niño tiene fiebre sin que sepamos cuál es el origen.

Ya sea por un motivo o por otro, muchos padres suelen tener miedo cuando sus hijos tiene fiebre ya que, aunque en la gran mayoría de las ocasiones se debe a un proceso banal, creen que están en peligro y que algo malo les puede pasar.


Teniendo todo esto en cuenta, la fiebre es campo abonado para que en la cultura popular existan una serie de mitos y leyendas que hacen pensar a los padres que la fiebre es mala, pero nada más lejos de la realidad. Esperamos que este post sirva para que conozcas mejor en qué consiste este síntoma y aprendas a manejarlo en tus hijos de forma adecuada.

1. Mi hijo es de temperatura baja, con 37°C ya tiene fiebre. FALSO

La fiebre se define como una elevación de la temperatura corporal por encima de 38ºC. Cuando la temperatura se sitúa entre 37 y 38ºC lo llamamos febrícula. Esto es así para todas las personas. Da igual que tu hijo suela estar en 35,8ºC o 36,8ºC, la fiebre siempre se considera cuando la temperatura se eleva más allá de 38ºC.


2. La fiebre es mala. FALSO

La fiebre no es mala ni buena, simplemente es un síntoma que aparece en el contexto de una infección. Es el resultado de la secreción de unas moléculas llamadas interleukinas que dan la orden al cerebro de incrementar la temperatura corporal. Esto ocurre como parte del proceso inflamatorio normal que acontece cuando nuestro cuerpo intenta defenderse de una infección.

3. La fiebre hay que bajarla a toda costa. FALSO

La fiebre suele acompañarse de malestar general e irritabilidad ya que la elevación de la temperatura corporal da lugar a otros síntomas como aumento de la frecuencia cardiaca, elevación de la frecuencia respiratoria, dolor de cabeza, sudoración… Esos síntomas asociados a la fiebre que provocan que un niño se encuentre incómodo deben ser el objetivo del antitérmico ya que lo que debe marcar su indicación es el estado general del niño y no su grado de temperatura. En este sentido, si tu hijo tiene fiebre pero se encuentra bien puedes esperar antes de administrarle algo para la fiebre.

4. La fiebre hace daño al cerebro. FALSO

La única fiebre que puede hacer daño al cerebro es aquella que se eleva por encima de los 42,5ºC, temperatura por encima de la cual se desnaturalizan las proteínas. ¿Conoces a alguien que haya alcanzado esa temperatura?, seguro que no porque es algo treméndamente excepcional. La fiebre normal, la que tienen todos los niños cuando tienen un catarro o una diarrea no hace daño al cerebro, así que tranquilos.

5. La fiebre hay que bajarla para que los niños no convulsionen. FALSO

Las convulsiones febriles son una de las grandes preocupaciones de los padres cuando tienen niños por debajo de los 6 años de edad. Estas convulsiones ocurren en un pequeño porcentaje de niños cuando su temperatura corporal cambia. De hecho, pueden ocurrir también cuando baja la temperatura por lo que no hay que empeñarse en devolver al niño a los 36°C.

6. Siempre que un niño tiene fiebre “hay infección” y hay que dar antibiótico. FALSO

Las infecciones son aquellas enfermedades provocadas por microorganismo, ya sean virus o bacterias. En todas las infecciones puede aparecer la fiebre como síntoma pero esto no debe marcar la necesidad o no de iniciar un tratamiento antibiótico.

 7. Si un niño tiene fiebre, cuanto antes lo vea el pediatra, mejor que mejor. FALSO

La valoración de un niño con fiebre debe estar guiada por otros síntomas distintos a la fiebre, como son el estado general, la dificultad respiratoria, los vómitos persistente, las manchitas en la piel… De hecho, los niños pueden tener fiebre los 2-3 primeros días de una infección sin que sepamos de donde viene, por ello, y siempre que el niño no se encuentre mal, preferimos verle pasadas al menos 48 horas del inicio del proceso febril.

8. Cuanta más alta es la fiebre, más probabilidades hay de que necesite antibiótico. FALSO (a medias)

Cierto es que las enfermedades provocadas por bacterias en general (las que necesitan antibiótico) suelen provocar fiebres más altas que las provocadas por virus. Sin embargo, las enfermedades víricas son mucho más frecuentes lo que hace mucho más probable que ante una fiebre “alta”, ésta esté provocada por un virus. El mejor ejemplo es el de la gripe, paradigma de las infecciones por virus, la cual suele provocar un cuadro clínico de fiebre alta de una semana de duración.

9. Para bajar la fiebre, lo mejor es alternar antitérmicos. FALSO

La alternancia de antitérmicos no está recomendada ya que no ha demostrado que el control de la fiebre sea mejor ni la infección se cure antes. Además, el estado general debe ser el que guíe la administración de estos fármacos y no el número que marca el termómetro. En el caso de que tu hijo siga con fiebre después de un jarabe pero se encuentre bien, puedes esperar sin embutirle otra medicina.

10. Si un niño tiene fiebre, hay que darle un baño de agua fría para que le baje. FALSO

Las medidas físicas para bajar la fiebre, como los baños de agua fría o las friegas con compresas, no están recomendadas ya que no han demostrado que el control de la fiebre sea mejor y además suelen generar disconfort en el niño. Sin embargo, quitarle algo de ropa y mantenerle en un ambiente tranquilo pueden ayudar a que mejore su estado general.

11. Los niños con fiebre no deben ir al colegio. VERDADERO

La fiebre no es un síntoma que esté catalogado como de “exclusión escolar”, sin embargo, el momento en el que un niño suele contagiar más a sus compañeros de una infección es en el momento del inicio de la fiebre por lo que es muy recomendable que se quede en casa mientras remite la misma. Además, ningún niño con fiebre suele querer ir al colegio porque se encuentra mal, por lo que es más recomendable que se quede en casa descansando.

12. Tengo que poner el termómetro a mi hijo constantemente para saber si le baja la fiebre. FALSO

Siguiendo el principio de que lo realmente importante es el estado general del niño y su disconfort, no tiene sentido estar midiendo la fiebre cada cierto tiempo para ver si le baja tras la administración del antitérmico. Es más importante vigilar si el niño comienza a jugar, quiere comer o se espabila. Además, hay que recordar que la acción máxima de los antitérmicos ocurre a las 3-4 horas de su administración.

13. La salida de los dientes provoca fiebre. FALSO

Pese a la creencia popular de que la salida de los dientes provoca fiebre, no existe ningún estudio de suficiente calidad que haya demostrado que esta asociación sea cierta. Muchos padres afirman que cada vez que a sus hijos les salen los dientes coincide con un proceso febril, sin embargo, estos suelen coinicidir con procesos infecciosos concomitantes lo que da la falsa creencia de que la fiebre está provocada por los dientes.


Una de las cosas que más me gusta decir a mis pacientes cuando acuden a verme es que prefiero que me lo traigan cuando tiene solo 38ºC pero se encuentra muy decaído a que acudan con 40ºC pero el niño esté pegando botes en el salón. Creo que esta comparación refleja muy bien cómo debería actuar un padre ante la fiebre: paciencia y observar antes el estado general del niño que el número que marque el termómetro.

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